El pasado martes 06 de febrero, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, anunció a través de su cuenta de Twitter la participación de Nicolás Maduro en la VIII Cumbre de las Américas, que se realizará el 13 y 14 de abril del presente año, en la capital de nuestro país. “El presidente asistirá puntualmente para defender la soberanía de nuestra América Latina y caribeña, y para reunirse con el combativo pueblo del Perú”, señaló Arreaza.
Sin duda, esta noticia ha generado indignación entre gran parte de la población, tanto en los mismos peruanos como en la comuna venezolana que habita el territorio nacional. Incluso, dentro del Congreso, se ha mostrado un tajante rechazo hacia la visita del mandatario y, por ello, cuatro bancadas (Peruanos por el Kambio, APRA, Acción Popular y Fuerza Popular) han propuesto declararlo como persona no grata. Sin embargo, la izquierda ha declarado que no se sumará a dicha moción multiparlamentaria. El congresista de Frente Amplio, Hernando Cevallos, dijo: “Deberíamos tratar de que nuestros gustos y percepciones no sean trasladados a un encuentro internacional”; en esa misma línea, el vocero de Nuevo Perú, Alberto Quintanilla, se mostró de acuerdo y señaló que su bancada tampoco se sumará a dicha moción. “En el caso de las relaciones internacionales, tiene que primar el criterio de que se reconoce a quien representa a un Estado. […] En este caso, Nicolás Maduro, nos guste o no, es el presidente de Venezuela”, declaró.
Asimismo, al consultarle al presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) sobre la eventual visita de su par venezolano, este respondió a la prensa lo siguiente: “Él está invitado, él puede venir, pero ya veremos cómo lo reciben los venezolanos que están en el Perú en decenas de miles”. Por otro lado, la canciller Cayetana Aljovín también fue consultada, pero ella aclaró que no puede opinar sobre el tema, puesto que, si bien Arreaza ha anunciado la participación de Maduro en la Cumbre, no se ha emitido una respuesta formal a la invitación por parte del presidente de Venezuela.