El Centro para la Investigación y Normativa de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota asegura que con una vacuna eficaz y accesible a todos los pueblos mundialmente, será posible derrotar al nuevo coronavirus que ha logrado contagiar a más de 11.7 millones de personas alrededor del mundo. Estas cifras son realmente aterradoras para la humanidad, por lo que el encontrar una vacuna para la COVID-19 es un trabajo contra el tiempo para los científicos.
De acuerdo con los datos publicados al dos de julio de 2020, por la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen más de 145 proyectos de vacuna en distintas fases de estudios preclínicos y clínicos. Tres de estos se encuentran en la fase 3 de los estudios clínicos en humanos, mientras que una cuenta con aprobación de emergencia para su uso restringido en militares en el territorio chino. Asimismo, las vacunas contra la COVID-19 serán totalmente gratuitas para la población peruana, aún cuando su adquisición a gran escala implica un esfuerzo especial por parte del Estado.
De acuerdo con el médico Luis Suárez Ognio, miembro del Comando Vacuna creado por el Ministerio de Salud (MINSA):
“No creo que el costo sea una limitación”
Asimismo, de acuerdo con el Dr. Suárez, la Ley General de Vacunas reconoce el presupuesto para inmunizaciones como prioritario. Además, el MINSA y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) son las instituciones estatales encargadas de garantizar los recursos para la procedibilidad de la compra de vacunas contra el coronavirus. Sin embargo, si el antídoto descubierto no tiene un costo bajo como se pretende, el Perú necesitaría un fondo adicional para cubrir estos gastos ya que las vacunas serán recibidas por lotes.
Las vacunas deben pasar por tres fases antes de ser aprobadas para su distribución a la población mundial y luego de ser aprobadas, existe la fase 4 en la que se buscan nuevos usos al fármaco y posibles efectos adversos no hallados en las fases previas. Cabe recalcar, que el problema de saltarse las fases, como la vacuna con aprobación para militares en China, es que puede ser perjudicial porque cada fase subsecuente es una mayor escala de personas o muestra para los ensayos clínicos.
Julie Gerberding, ex directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos, comento que:
“Es importante equilibrar la capacidad de la vacuna para ofrecer una protección rápida, pero al mismo tiempo asegurarse de que no estamos creando un daño inadvertidamente a las personas en el proceso”
La creación de una vacuna de manera tan veloz es una situación excepcional sin precedentes, dado que el proceso de desarrollo de una vacuna usualmente demora en promedio unos 10 años, adicionándole el proceso de aprobación que puede tomar hasta 2 años. No obstante, por la COVID-19, en menos de 6 meses de descubierto el virus ya se cuenta con una vacuna aprobada con restricciones para su uso únicamente en militares en China, de la empresa CanSino Biologicals que trabaja en asociación con el Instituto de Biología de la Academia de Ciencias Médicas Militares de China.
Por Andrea Narro Beck (Redacción Agnitio)
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