Una inicial explosión en la zona portuaria de Beirut tuvo lugar a las 6:00 pm del martes, generando un incendio y ciertas detonaciones antes del surgimiento de una segunda explosión que arrasó con el puerto y varios edificios. Estas explosiones se sintieron a más de 200 kilómetros del lugar y fueron captadas por los sensores del Instituto estadounidense de Geofísica, como un sismo con una magnitud de 3.3.
De acuerdo con expertos de la Universidad de Sheffield, la magnitud y potencia de las explosiones ocurridas en el puerto de Beirut fueron similares al 10% de la bomba atómica de Hiroshima. El desastre dejó al menos 137 muertos, más de 4000 heridos e incontables daños materiales en la capital del Líbano.
La desesperación en Beirut debido a la explosión es tal, que se creó una cuenta de Instagram para encontrar sobrevivientes; sin embargo, el creador manifestó en la misma:
“Estoy recibiendo 100 mensajes por minuto, por favor sean pacientes mientras trato de revisarlos todos. Quizá me toma horas, pero les juro que publicaré todos y cada uno de ellos.”
Una doctora del Hospital Universitario de St. George explicó que los médicos asistieron a los heridos en el aparcamiento del centro por el grave daño de las instalaciones:
“Teníamos pacientes con paros cardiacos en el parking y los médicos trataban de intubarlos, pero gran parte del equipo se encontraba gravemente herido.”
De acuerdo con el primer ministro libanés, Hassan Diab, aproximadamente 2,750 toneladas de nitrato de amonio se encontraban almacenadas en el puerto de Beirut. El nitrato de amonio es una sal blanca inodora, utilizada como base para fertilizantes nitrogenados en forma de gránulos y ha causado un gran número de accidentes industriales. Según el director de la Seguridad General, Abas Ibrahim, esta sustancia es también componente de explosivos y fue guardada durante años en el deposito, muy cerca de barrios frecuentados.
Nada indica que las explosiones hayan sido provocadas deliberadamente, de acuerdo con las autoridades libanesas. Asimismo, Hassan Diab comentó que:
“Es inadmisible que un cargamento de nitrato de amonio, estimado en 2,750 toneladas, se halle desde hace seis años en un almacén, sin medidas preventivas. Es inaceptable y no podemos permanecer en silencio sobre este tema.”
Estados Unidos, Francia, Catar, Irán e incluso Israel, han ofrecido ayuda a la capital del Líbano para contribuir a la pronta reconstrucción de las zonas afectadas. De igual manera, el presidente libanés Michael Aoun, anunció el desembolso de 100.000 millones de libras libanesas en concepto de fondos de emergencia. Debido a la actual vulnerabilidad del país provocada por el siniestro, el Consejo de Defensa nacional libanés declaró a Beirut zona “siniestrada” y Hassan Diab llamó a los aliados del Líbano para apoyar al país.
Por Andrea Narro Beck (Redacción Agnitio)
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