No cabe duda de que cada vez es mayor el número de ciudadanos que somos conscientes de las consecuencias (positivas y negativas), que nuestras decisiones o conductas pueden generar en todo ámbito. Así, segregamos o reciclamos nuestros desperdicios, preferimos movilizarnos en bicicletas o en vehículos eléctricos, adquirimos productos elaborados por pequeños productores o que cuenten...