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En los últimos años no ha existido una sucesión normativa en el ámbito laboral que haya suscitado tanta expectativa mediática y social como la que se ha vivido con la derogación de la norma que regulaba el régimen laboral especial agrario y la aprobación de la Ley N° 31110 (en adelante, la Ley). Protestas sociales, intereses políticos y la ausencia de un debate técnico han sido las claves que marcaron esta sucesión. El producto es una norma que no refleja la compleja realidad y diversidad del sector agroexportador y agroindustrial del país, y que no ha logrado satisfacer ni el interés de los gremios empresariales ni el de los trabajadores.
En las próximas líneas comentaremos las principales novedades laborales de la nueva norma y los desafíos de cara a la aprobación de las normas reglamentarias.
Ámbito de aplicación
Con la norma anterior, las disposiciones del régimen laboral agrario podían ser aplicadas de forma general para todos los trabajadores de la empresa, con excepción de aquellos que prestaban servicios en Lima y Callao.
Con lo regulado en el inciso e) del artículo 2° de la nueva norma, queda expresamente proscrita la aplicación de este régimen para los trabajadores de las Áreas Administrativas y de Soporte Técnico de las empresas. A ellos se les aplicarán las normas laborales generales del sector privado. En consecuencia, las empresas deberán dividir a sus trabajadores entre sujetos al régimen agrario y sujetos al régimen regular.
El reglamento debe contener definiciones claras sobre lo que se debe entender por “trabajadores de las Áreas Administrativas y de Soporte Técnico” ya que de esto dependerá si más o menos trabajadores están incluidos en el régimen.
Adicionalmente, para los trabajadores que se encuentren excluidos del nuevo régimen, pero hayan participado del anterior, debería implementarse un régimen transitorio que les permita seguir acogiéndose voluntariamente a un sistema de remuneración integral, de tal manera que sus ingresos netos mensuales no se reduzcan.
Contratación laboral
Con la normativa anterior, se aplicaban las reglas del régimen general para la contratación temporal de trabajadores en el sector. La nueva norma trae consigo reglas especiales de contratación preferente. Estas reglas hacen referencia a los periodos en que un trabajador labora para una misma empresa o para varias empresas de un mismo grupo económico.
Para viabilizar esta medida, se implementará un registro electrónico en donde quedarán registradas los periodos en los que los trabajadores agrarios laboran para cada empresa. Este registro servirá como una herramienta para que la autoridad administrativa pueda verificar que las empresas respeten adecuadamente las reglas de preferencia en la contratación.
Se debe aclarar en el reglamento de qué manera se ejercerá ese derecho de preferencia, teniendo en cuenta que es materialmente imposible hacer un preaviso prolongado y que muchos trabajadores viven en zonas alejadas y no tienen correo electrónico ni celular. Además, el derecho de contratación preferente debe limitarse a puestos similares y no a cualquier tipo de vacante ofrecida por la empresa.
Adicionalmente, es necesario regular el concepto de empresa vinculada para estos efectos.
Remuneraciones y beneficios sociales
Respecto al pago de remuneraciones, la legislación ya no establece expresamente una remuneración integral diaria mínima. Esto se debe a que ya no es obligatorio que las gratificaciones y la CTS sean pagadas de forma prorrateada. A elección del trabajador, pueden ser pagadas en las oportunidades legalmente previstas para ello.
Sin perjuicio de lo anterior, en caso estos beneficios sean pagados de forma prorrateada, la remuneración integral diaria mínima sigue siendo de S/ 39.19.
Adicionalmente, se ha creado la Bonificación Especial por Trabajo Agrario (BETA), equivalente al 30% de la remuneración mínima vital vigente sin carácter remunerativo. Esto significa que no debe ser incluida como base de cálculo para el pago de beneficios laborales.
El Reglamento debe precisar si todo el personal incluido en el régimen laboral agrario debe recibir BETA o si esta solo se aplica hasta garantizar un ingreso mínimo equivalente al 130% de la RMV.
Se debe aclarar en el reglamento si la BETA se paga también durante los días de descanso semanal obligatorio, vacaciones y otros descansos remunerados.
En materia de vacaciones, es importante que se aclare en las normas reglamentarias que para gozar de vacaciones el trabajador debe contar con un año de servicios y cumplir los requisitos del Decreto Legislativo N° 713. Si se determina que la BETA debe pagarse también durante los días de vacaciones, debe aclararse que no se incorpora al cálculo de las vacaciones truncas en concordancia con el literal g) del artículo 3° de la Ley.
Otra novedad es la participación en utilidades. Esta norma ha modificado el Decreto legislativo N° 892, que regula la participación en utilidades de manera general, estableciendo que el porcentaje de participación en utilidades que corresponde a los trabajadores del sector agrario es del 5% entre el 2021 y el 2023, 7.5% entre el 2024 y el 2026, y 10% a partir de 2027.
Consideramos importante que se precise en el reglamento que estos porcentajes deben aplicar para todos los empleados de la empresa y no sólo para los que se encuentren comprendidos en el ámbito de aplicación de la Ley.
Indemnización por despido arbitrario
Según la norma, la indemnización por despido arbitrario equivale a 45 remuneraciones diarias (que incluyen la parte proporcional de las gratificaciones y la CTS) por cada año de servicios, con un máximo de 360 remuneraciones diarias. Esto implica que el régimen tiene la indemnización legal por despido más alta del mercado.
Se debe aclarar vía reglamento la forma de cálculo de la indemnización para los trabajadores que hayan optado por no percibir una remuneración integral. Siguiendo la lógica del régimen laboral general, en estos casos la base de cálculo debería ser la remuneración ordinaria mensual, excluyendo la CTS y las Gratificaciones Legales.
Subcontratación laboral
Se ha prohibido expresamente la cesión de trabajadores en este sector para actividades principales y permanentes, lo que coincide con la norma general. Por lo tanto, no se trata de una restricción nueva. En efecto, las normas que regulan la intermediación y la tercerización laboral, prohíben de forma expresa el uso fraudulento de estas figuras para disfrazar u ocultar la mera cesión de trabajadores.
Para disipar interpretaciones erróneas, sería positivo que el reglamento indique expresamente que las empresas pueden tercerizar partes de su actividad principal siempre que el tercero actúe de manera autónoma y con sus propios recursos técnicos, financieros y materiales.
Condiciones de trabajo y capacitaciones
La Ley dispone que el reglamento regulará condiciones de trabajo tales como: traslados, alimentación, atención de emergencias, servicios higiénicos adecuados, lugares destinados al disfrute (cuando corresponda), lactarios y la implementación de condiciones de salud e higiene adecuadas.
Alguna de las disposiciones contempladas en este artículo ya eran de aplicación obligatoria, por las normas generales vigentes.
Adicionalmente, se ha previsto la obligación de capacitar al personal en temas de derechos humanos con enfoque de género. Se debería precisar el contenido de esta capacitación e indicarse que las mismas puedan ser virtuales y una vez para cada persona.
Negociación colectiva
Debido a las dificultades que se ha presentado para el diálogo entre algunos empleadores y trabajadores, esta norma se ha propuesto fomentar el derecho a la negociación colectiva, en particular, en ámbitos superiores a la empresa. Para ello, se ha previsto que la negociación colectiva en el sector cuente con un reglamento especial 15 días después de la publicación de esta norma, plazo que no se ha cumplido.
Al respecto, consideramos que este reglamento no debe perder de vista que el sector agropecuario es heterogéneo y que las dificultades para el diálogo que contribuyeron a las protestas no afectan a todos los grupos de trabajadores. Hay múltiples subsectores con realidades distintas, en muchos de los cuales la actividad sindical se desarrolla con regularidad hace muchos años. En este sentido, es necesario encontrar una fórmula para que el objetivo de fomentar la negociación colectiva no termine convirtiéndose en un acto de injerencia, lo que sería contrario a los principios de la negociación colectiva.
Como vemos, la regulación del régimen laboral especial agrario no ha terminado de cerrar. Es importante que en los próximos días se emitan las normas reglamentarias en el marco de una discusión técnica y con la participación de los actores sociales involucrados.