El día jueves 1 de junio, el presidente Trump anunció la salida de los Estados Unidos de América del Acuerdo de París.
Este Acuerdo fue firmado por unas 190 naciones a finales del año 2015 durante el gobierno de Barack Obama, con la finalidad de reducir el consumo de carbono, crear más industrias y generar mayores inversiones en nueva tecnología.
Los motivos de Trump giran en torno al bienestar de sus ciudadanos; pues según sus propias palabras, “deja a los trabajadores estadounidenses, a los que amo, y a los contribuyentes para absorber el costo, en términos e pérdida de empleos, menores salarios, cierre y fábricas y enorme reducción en la producción económica”.
Con respecto a la opinión de su sucesor, el ex mandatario declaró lo siguiente: “incluso con la ausencia del liderazgo estadounidense, incluso cuando este gobierno se une a un puñado que rechazan el futuro, tengo confianza de que nuestros estados, ciudades y empresas saldrán adelante y harán ahora más en liderar el camino y proteger el futuro de generaciones del único planeta que tenemos”.
Asimismo, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó su respeto por la decisión de Trump y la lástima que siente por que este país haya decidido retirar su apoyo en una iniciativa tan importante para la población mundial y el ambiente.
En la misma posición se encuentra el presidente de Rusia, Vladímir Putin, quien afirmó en diversos medios que no ha visto el texto del decreto de Trump, pero que igual no lo juzgaría. “No se debe alborotar sobre la salida de EE UU del acuerdo de Paris, sino crear condiciones para el trabajo conjunto”. Añadió además que “todavía tenemos tiempo; si trabajamos constructivamente, aún podemos llegar a un acuerdo” y finalizó su discurso con una broma en inglés: “Don’t worry, be happy” (no te preocupes, sé feliz).
Finalmente, según el mismo Acuerdo, el retiro de una nación solo procede tras transcurrir 3 años de anunciada la decisión. En este sentido, el retiro sería efectivo en el 2020.