En medio de la expectativa de millones de fieles, y después de casi 30 años desde la última visita de un Sumo Pontífice, el Papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, llegó el pasado 18 de enero a nuestro país. La comitiva que lo recibió en el Grupo Aéreo Nro. 8 estuvo encabezada por el Presidente de la Republica, Pedro Pablo Kuczynski (PPK) acompañado de su esposa, la primera dama Nancy Lange, el gabinete de ministros y el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, entre otras autoridades locales y eclesiásticas.
Nuestro mandatario recibió con una calurosa bienvenida al Papa Francisco, a quien calificó como un “amigo del Perú, mensajero de paz y esperanza”, además, naturalmente se le rindió una pequeña ceremonia protocolar donde se entonó el Himno Nacional en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez a la autoridad de El Vaticano.
“Hemos recibido con alegría y devoción al Papa Francisco, amigo del Perú y mensajero de la paz y la esperanza. Lima, Puerto Maldonado y Trujillo están listos para recibirlo. Gracias por venir a esta tierra milenaria, de grandes culturas y mil valles”, manifestó PPK.
Luego de recibir el saludo de las autoridades, el Papa inició su recorrido por las avenidas Faucett, La Marina, Sucre y Brasil. En el trayecto saludó a miles de pobladores que se encontraban en ambos lados de la vía. En la avenida Brasil, la caravana papal hizo una parada para rendir homenaje a la imagen de la Inmaculada Virgen María. Tras ello, Francisco abordó el denominado papamóvil para dirigirse hacia la sede de la Nunciatura Apostólica, en Jesús María. En su recorrido, bendijo a miles de feligreses y rezó con todos los presentes.
Visita a Puerto Maldonado
La primera ciudad que visitó el Papa Francisco fue la Ciudad de Puerto Maldonado, en Madre de Dios, con la finalidad de poder sostener un encuentro con las comunidades nativas en el coliseo Madre de Dios y con la población en el Instituto Jorge Basadre. El Papa Francisco fue recibido en el aeropuerto de Puerto Maldonado por la infancia misionera local, jóvenes que bailaron una danza típica y en las calles, decenas de personas siguieron el recorrido de su comitiva. El obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, Monseñor David Martínez de Aguirre Guinea, se encargó de darle la bienvenida al recinto y le presentó a las comunidades nativas que se hicieron presentes en este lugar.
“El tesoro de la Amazonia, que no son los minerales, la madera, ni el petróleo, son su pueblo. Aquí tiene, su Santidad, una buena representación de los pueblos originarios de la selva, con sus danzas y colores que reflejan las tradiciones de sus culturas vivas”, manifestó Monseñor Martínez.
En el primer encuentro, el Sumo Pontífice se dirigió a las diferentes comunidades de la Amazonía. Asimismo, estuvieron presente nativos de los países de Brasil y Bolivia. Con todos ellos compartió un mensaje de reconocimiento por el trabajo que vienen realizando estos pueblos originarios para el cuidado del medio ambiente. Francisco calificó este encuentro como histórico por juntar a casi todas las comunidades nativas de Sudamérica y se refirió a los temas que más aquejan a la región Amazónica, entre ellos, la amenaza a sus territorios, la minera ilegal, los derrames de hidrocarburos y la trata de personas.
“La Amazonía es tierra disputada desde varios frentes: por una parte, el neoextractivismo y la fuerte presión por grandes intereses económicos que dirigen su avidez sobre petróleo, gas, madera, oro, monocultivos agroindustriales (…)” señaló el Sumo Pontífice.
Agregó que la amenaza contra los territorios de las comunidades de la Amazonía “también viene por la perversión de ciertas políticas que promueven la conservación de la naturaleza sin tener en cuenta al ser humano y, en concreto, a ustedes hermanos amazónicos que habitan en ellas”.
Finalizó diciendo “Tinkunakama”, palabra quechua que significa “hasta un próximo encuentro”, que se refiere al Sínodo para la Amazonía que ha convocado para el año 2019, cuya primera reunión fue el pasado 20 de enero en Puerto Maldonado.
“Necesitamos que los pueblos originarios moldeen culturalmente las Iglesias locales amazónicas. Ayuden a sus obispos, misioneros y misioneras, para que se haga uno con ustedes, y de esta manera, dialogando entre todos, puedan plasmar una Iglesia con rostro Amazónico y una iglesia con rostros indígenas”, mencionó el Papa.
Posteriormente, se dirigió a su encuentro con la población, donde el Papa Francisco evidenció los problemas que más aquejan a esta zona del país. Se refirió, así, a la minería ilegal, los derrames de hidrocarburos, la trata de personas y la invisibilización a los pueblos nativos de la Amazonía. En esta línea, declaró que “es doloroso constatar cómo hay algunos que quieren apagar esta certeza y volver a Madre de Dios una tierra anónima, sin hijo, una tierra infecunda. Un lugar fácil de comercializar y explotar”.
Agregó en su discurso que, más que del término “trata de personas”, se debería hablar de “esclavitud”, en referencia a una de las consecuencias de la minería ilegal en regiones como Madre de Dios. Además, el Sumo Pontífice habló sobre la violencia contra la mujer que tiene altas estadísticas en nuestro país: “Duele constatar como en esta tierra, que está bajo el amparo de la Madre de todos, tantas mujeres son tan desvaloradas, menospreciadas y expuestas a un sinfín de violencias. No se puede naturalizar la violencia hacia las mujeres, sosteniendo una cultura machista que no asume el rol protagónico de la mujer dentro de nuestras comunidades”.
Una vez culminadas sus actividades en Puerto Maldonado, el Papa Francisco retornó a Lima donde que se reuniría en Palacio de Gobierno, con nuestro Presidente Pedro Pablo Kuczynski. En su recepción, tras unas palabras de bienvenida, el Santo Padre brindó un discurso en el que enfatizó que la corrupción es un “virus” social que infecta todo, siendo los pobres y la madre tierra los más perjudicados. Francisco recalcó que esta es evitable y exige el compromiso de todos. El mensaje llega en medio de un clima complejo en el ambiente político debido a los escándalos de Odebrecht y Lava Jato que han debilitado la política peruana.
Al inicio de su discurso, el Papa dijo que el Perú es un “pueblo que debe mantener y enriquecer su sabiduría ancestral a lo largo del tiempo” y agradeció a PPK por su invitación al país y por el discurso de bienvenida que precedió al suyo.
“(…) Vengo al Perú bajo el lema “Unidos por la esperanza”. Permítanme decirles que mirar esta tierra es de por sí un motivo de esperanza (…)”, manifestó el Sumo Pontífice.
El Papa destacó que la Amazonia es “el mayor bosque tropical y el sistema fluvial más extenso del planeta” y “una de las zonas de gran biodiversidad en el mundo (…) poseen ustedes una riquísima pluralidad cultural cada vez más interactuante que constituye el alma de este pueblo (…) alma marcada por valores ancestrales (…)”.
El Papa exhortó así, a quienes “ocupan algún cargo de responsabilidad” a esforzarse en darle al país “la seguridad que nace de sentir que Perú es un espacio de esperanza y oportunidad, pero para todos y no para unos pocos; para que todo peruano y peruana pueda sentir que este país es suyo, en el que puede establecer relaciones de fraternidad y equidad con su prójimo (…), una tierra en la que pueda hacer su propio futuro”. Todo esto con el objetivo de forjar “un Perú que tenga espacio para todas las sangres en el que pueda realizarse la promesa de la vida peruana”.
Francisco se dirigió finalmente a los jóvenes, señalando: “(…) el presente más vital que posee esta sociedad son los jóvenes (…) con su dinamismo y entusiasmo invitan a sonar con un futuro esperanzador que nace del encuentro entre la sabiduría ancestral y los ojos nuevos de la juventud. La esperanza en esta tierra tiene rostro de santidad (…)”.
Como cierre de su discurso, Francisco mencionó el compromiso de la Iglesia con el país para “seguir trabajando para que Perú continúe siendo una tierra de esperanza”. “Que Santa Rosa de Lima interceda por cada uno de ustedes y por esta bendita Nación” concluyó.
Visita a Trujillo
El pasado sábado 20 de diciembre el Papa Francisco fue recibido en el Aeropuerto Internacional Capitán FAP Carlos Martínez de Pinillos entre música y parejas bailando marinera, la representación cultural que distingue a la región del norte del país.
“Francisco, Trujillo está contigo”, fue una de las frases pronunciadas por los bailarines de marinera, quienes protagonizaron una calurosa bienvenida al Sumo Pontífice, él no dejó de agradecerlo acercándose a cada uno de ellos.
Entre sus principales funciones, Francisco visitó a los damnificados por los estragos de El Niño Costero del barrio Buenos Aires, ubicado en el Distrito de Victor Larco Herrera que es una de las zonas más pobres de la ciudad. En Buenos Aires viven más de 3 mil vecinos que perdieron sus viviendas tras el paso del fenómeno ocurrido en el primer trimestre del 2017 y que azotó con lluvias e inundaciones a toda la zona costera del país.
Luego de sostener un almuerzo en la sede del Arzobispado de Trujillo, el papa Francisco se dirigió a la Basílica Catedral de la ciudad norteña y rezó delante de la imagen de la Virgen de la Puerta, conocida también como la “Mamita de Otuzco”.
Al momento de ingresar al recinto religioso, el Sumo Pontífice fue aclamado por una multitud de fieles congregadas en el interior del templo. Conforme el Papa se acercaba a la imagen de la Virgen de la Puerta sus fieles realizaron cánticos alusivos a su visita pastoral.
Visita a Lima
El Papa Francisco cumplió este domingo su último día de visita a nuestro país con una serie de actividades. Alrededor de las 8 a.m. salió de la Nunciatura Apostólica en el papamóvil rumbo a la Iglesia Las Nazarenas. Allí rezó junto a más de 500 monjas de todo el país y participó de la oración de la Hora Tercia. Luego se dirigió a la Catedral de Lima para bendecir los restos de cinco santos peruanos. Desde las 00:00 horas, los fieles católicos ingresaron a la Base Aérea Las Palmas para participar de la misa del papa Francisco.
El Papa Francisco se dirigió, el mediodía de ayer, a los jóvenes peruanos que se encontraban en la Plaza de Armas durante el rezo del Ángelus, con un lenguaje moderno que mezcló lo digital con la vida real.
“Hay fotos que son lindas, pero están todas trucadas y déjenme decirles que el corazón no se puede photoshopear, porque ahí es donde se juega el amor verdadero, ahí se juega la felicidad”, dijo desde el Palacio Arzobispal.
Su discurso estuvo cargado de términos que hacían referencia a la vida moderna, digital, y hasta relacionados a la experiencia de la clasificación al mundial.
“Pueden venir pensamientos negativos, sentir que hay muchas situaciones que se nos vienen encima y pareciera que nos vamos quedando ‘fuera del mundial’; pareciera que nos van ganando. Pero no es así, ¿verdad?”, preguntó a los asistentes en la Plaza de Armas.