Hoy 24 de abril de 2018, se celebra en todo el mundo y el Perú también lo conmemora, el Fashion Revolution Day que reivindica y exige a las empresas manufactureras de la industria textil y moda que contraten a su personal con las condiciones mínimas de trabajo así como eviten la contaminación en su proceso de producción, promoviendo de esa manera una corriente que de un tiempo a la fecha está dando la hora en el negocio de fashion retailers denominado “Moda Sostenible”.
Pero, ¿cómo nace este movimiento de moda sostenible? Aquí se lo explicamos.
El movimiento de Moda Sostenible nació en Reino Unido de la mano de Kate Fletcher en el año 2007. Consiste en que los compradores vean más allá del producto que adquieren, es decir, no sólo comprar porque es un lindo vestido o una bonita cartera sino que también reflexionen en la manera de cómo ha sido elaborado, es decir, evaluar cuál ha sido el detrás de cámara del producto, si en su producción se ha tenido en cuidado con el medio ambiente, si se han utilizado insumos orgánicos para elaborarlo, si las personas que han trabajado para producirlos lo han hecho condiciones adecuadas, entre otros aspectos.
Asimismo, lucha porque no se dañe el medio ambiente contaminando el agua con el uso de los tintes que se echan a las telas o reduciendo las emisiones de carbono (bonos por carbono), utilizando materia prima de alta calidad (en el Perú, por ejemplo, contamos con el algodón pima o la baby alpaca muy reconocida a nivel mundial).
Para proteger el medio ambiente en nuestro país se tiene la obligación de contar con estudios de impactos ambientales en caso se desee abrir un fábrica o cumplir con los requisitos de comercio justo, es decir, existen organizaciones como el Flocert que posee el sello de Certificación Fairtrade, el cual otorga un garantía de calidad a un producto que se encuentre cumpliendo con una serie de prácticas justas a lo largo de la cadena de suministro y que ya son solicitados por compradores internacionales.
Cabe resaltar que en la actualidad se encuentran en pleno auge empresas que se les conoce como marcas green que fomentan el cuidado del medio ambiente y el consumo de productos orgánicos, implementando una serie de estrategias de sostenibilidad en las áreas del diseño y producción, siendo sus principales exponentes las marcas de lujo Stella McCartney y Katharine Hamnet que profesan ideales medioambientales y éticos, usando materiales orgánicos y procesos ecológicos. Sin embargo, hay que tener cuidado como consumidores porque hay algunos diseñadores que también utilizan el término sostenible de manera engañosa o greenwashing. Es decir, usan afirmaciones falsas diciendo que son empresas ecologistas para promocionar sus productos cuando en realidad no lo son, lo cual puede constituir una publicidad engañosa susceptible de una denuncia ante la autoridad competente, en Perú por ejemplo sería ante Indecopi.
Cabe precisar que este movimiento incluye también el aspecto social, que surge como respuesta al abuso cometido en el pasado por talleres en donde se contrataba a obreros en condiciones irregulares laborales.
En Bangladesh, en el 2013, a raíz del derrumbe en las fábricas textiles ubicadas en el Edificio Rana Plaza, en donde murieron más de 1000 personas, se descubrió que muchos trabajadores eran niños, inmigrantes y personas que trabajaban en condiciones infrahumanas y es por eso que a partir del 24 de abril de 2014 hacia adelante se conmemora el Fashion Revolution Day.
Asimismo, esta tragedia que remeció a la industria de la moda, sirvió de punto de partida para la elaboración del documental “The True Cost”, producida por Andrew Morgan que descubre las verdaderas condiciones de vida de los trabajadores de ese país.
El derecho no es ajeno. De allí la importancia de cumplir con la Declaración Universal de los Derechos y en el Pacto de las Naciones Unidas, oponiéndose a la contratación abusiva, de manera forzada o en contra del trabajo infantil y desde el punto de societario muchas empresas en la actualidad se obteniendo la Certificación para ser consideradas como “Empresas B o BIC” que tienen como objetivo no sólo generar utilidades, sino que tiene un propósito social, se les conoce como empresas de triple impacto en lo social, ambiental y económico. Estas empresas establecen en su estatuto social que deben cumplir con generar un impacto positivo en su comunidad y en el medioambiente. Además, los directores, gerentes, administradores y apoderados deberán considerar no solo los intereses de los accionistas, sino que también se cumpla con el interés colectivo dejando constancia de sus actividades mediante la elaboración de una memoria anual o reportes periódicos, de hecho el congresista Alberto de Belaunde el 8 de marzo de 2018 ha presentado el proyecto de Ley para constituir las Empresas B o BIC en el Perú.
Y es que la Moda Sostenible es un movimiento que refleja el estilo de vida y los valores no sólo de sus fabricantes sino principalmente de sus consumidores.