Fecha de publicación: 04 de Agosto de 2025
A principios del año 2024, pudimos atestiguar el resultado de la evaluación de competitividad efectuado por el prestigioso y exigente Instituto Fraser; Esto último, en el marco de su encuesta anual minera. Este estudio, enfocado en el desempeño minero global del año 2023, reveló los resultados del último ranking de competitividad minera. En el citado reporte, nuestro país desciende cerca de veinticinco (25) puestos más con relación a la encuesta del 2022. De esta manera, el Perú, que a principios del 2022 ocupaba la posición número treinta y cuatro (34), de un número total de sesenta y dos (62) países evaluados, paso a posicionarse en la casilla cincuenta y nueve (59) de ochentaiséis (86).
De hecho, esta caída, estrepitosa, que llegó a experimentar nuestro país ha incidido en nuestro posicionamiento y prestigio internacional como principal receptor de inversión minera extranjera. Cabe resaltar, que esta encuesta anual evaluó, entre otros aspectos, las políticas públicas y la percepción política que incide en la actividad minera. Del mismo modo, para elaborar este ranking, se tomó en cuenta las mejores prácticas, así como el potencial minero. Esta encuesta, que se realizó online, recogió la opinión de más de 2000 funcionarios y empresarios mineros de regiones y países de los cinco continentes. Lo preocupante, de este último reporte, es que nuestro país, lejos de mejorar en los distintos aspectos bajo análisis, siguió cayendo dramáticamente[1].
El dato más alarmante, de uno de los más recientes reportes del Instituto Fraser, es el hecho de que el mismo da cuenta que el Perú logra descender varias posiciones en el ranking; Especialmente, el retroceso se produjo en tres (03) categorías. En lo que concierne al índice de Percepción Política, el Perú descendió del puesto 49 a la ubicación 61. En la categoría de Mejores Prácticas y Potencial Minero, la caída fue estrepitosa desde el puesto 17 al 42. En la categoría Índice de Atractivo para la Inversión, el Perú bajó 23 posiciones; Esto es, desde el puesto 34 al 59. Cabe resaltar, que el sondeo se llevó a cabo entre el 16 de Agosto de 2023 y el 9 de Enero de 2024. Dicha muestra, recoge la opinión de ejecutivos de empresas de más de 86 países.
Definitivamente, esta pérdida estrepitosa y dramática de posiciones dentro del ranking desarrollado por el instituto Fraser ya viene significando para el Perú, aún ahora en el año 2025, menos inversión minera directa, menos ingresos fiscales, lo que redunda en menores recursos para atender necesidades básicas, ejecutar obras públicas esenciales y buscar el desarrollo local y tecnológico. En la evaluación del año 2023, de acuerdo a información del Instituto Fraser, los encuestados manifestaron tener especial preocupación en la excesiva carga burocrática y el incremento considerable de trámites administrativos que dificultan la obtención de las licencias necesarias para desarrollar la actividad minera.
Sumado a lo ya descrito, resulta pertinente destacar que los empresarios, en el informe Fraser, mostraron particular preocupación en la carencia de normas claras y de instrumentos punitivos efectivos que repriman efectivamente la minería ilegal y que doten de seguridad a las operaciones mineras en marcha. Atentados, crueles e infames, como los perpetrados frente a la minera Poderosa, no hacen más que acentuar la preocupación de los inversionistas que se ven desamparados y en incertidumbre frente a criminales que buscan boicotear operaciones formales[2].
En suma, para el exigente y competitivo Instituto Fraser, este descenso responde a la natural y legítima preocupación de las empresas mineras por la indefinición legal, incertidumbre política y la negativa percepción política producto de los conflictos entre poderes y diversas crisis políticas. Desde luego, fueron varios factores los que vienen incidiendo negativamente en la percepción de las condiciones para el desarrollo de la actividad minera; destacándose entre estos el escenario económico y político[3]. En este punto del ensayo, usted amigo lector debe de preguntarse qué es el instituto Fraser y por qué es importante. Más aun, si no es un entendido en la terminología minera o en las distintas instituciones vinculadas con el negocio minero.
En este sentido, podemos expresar que el instituto Fraser, creado en 1974, es un centro de investigación de Canadá cuya misión se centra en medir, estudiar y comunicar el impacto de los mercados competitivos y la intervención gubernamental en el bienestar de los individuos[4]. La encuesta anual de empresas mineras, es importante debido a que analiza los efectos de la dotación de minerales y factores de política pública; como los impuestos y la regulación de los países evaluado con respecto a las inversiones en exploración[5]. La trascendencia de la encuesta Fraser constituye una verdadera opinión que intenta medir la percepción de los inversionistas mineros con respecto a las distintas condiciones políticas, económicas, sociales, geológicas, legales, administrativas y gubernamentales que inciden en la actividad minera.
Lo penoso del más reciente reporte, es que se da cuenta que en el escenario actual viene siendo difícil hacer inversiones en el Perú. Esta dificultad, no sólo se debería a los factores políticos y legales, sino que se extiende a la falta de seguridad de las concesiones mineras; Esto último, al no advertirse a medidas drásticas del gobierno de turno para frenar la criminalidad organizada, los distintos actos terroristas y la creciente y muy lucrativa minería ilegal. Un ejemplo de esta falta de diligencia del estado de brindar operatividad a la inversión minera es la incertidumbre legal, la inestabilidad política y la falta de medidas de ejecución para llevar adelante proyectos mineros como el de Tía María.
Otro punto sobre el que creemos sensato pronunciarnos, es el hecho de que el referido Instituto Fraser da cuenta de una creciente preocupación por la inseguridad del sistema legal y las rígidas reglas laborales, así como los sucesivos retrasos que se producen en el marco del trámite de permisos, licencias y autorizaciones propias del sector. Como es lógico, estos factores permiten deducir que por ahora el país está fallando en su rol de promover inversiones mineras debido a la inestabilidad política, incertidumbre legal y la alta conflictividad e inseguridad a la que están expuestos los distintos actores del sector minero.
Definitivamente, el más reciente reporte Fraser 2024, parece avizorar un escenario desolador; Dado que, en comparación con otros países de América Latina, que cedieron varias posiciones en el ranking, nuestro país es de las naciones que más bajo han caído en este sondeo, lo que se traduce en menos inversión minera. Esto resulta palmario, al darnos contra la dura realidad de no contar con inversionistas interesados en promover mayores ni mejores inversiones en el país. Ataques, como los que hemos venido atestiguando frente a los distintos asientos mineros, en especial el que acaeció en las instalaciones de la minera Poderosa, no hacen más que acentuar la gran preocupación e incertidumbre del inversionista minero nacional y extranjero.
Es de esta manera, que en el citado Ranking Fraser se penaliza a nuestro país con la estrepitosa pérdida de posiciones; La misma que se sustenta en la falta de condiciones mínimas de seguridad de instalaciones, la ausencia de autoridad policial, las deficiencias institucionales, indefiniciones legales, excesiva tramitología y en las sucesivas crisis políticas frente a las cuales el país ha venido lidiando en los últimos años. En este marco, creemos bastante necesaria la intervención del gobierno de la Presidenta Boluarte con la finalidad de que esta se avoque a atender los distintos problemas que aquejan al sector.
Pero, estas medidas no tendrán sentido ni viabilidad, si no se realiza un trabajo coordinado que enlace lo técnico con lo político, que refuerce la presencia estatal, fortalezca el control policial y que comprometa a los ministerios involucrados en el desarrollo de la actividad minera, como lo es el Ministerio de Energía & Minas, Ministerio del Interior, Ministerio de Defensa, Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, Ministerio de Transportes, comunicaciones, entre otros que coadyuven al funcionamiento del sector minero.
Es así, que el camino está trazado. Falta comprometer aún más al gobierno de turno. El propósito fundamental tiene que tener como máxima la búsqueda de la competitividad, seguridad y estabilidad jurídica. Es así, que el escenario actual para nuestro país no es de los mejores. Pero, también somos conscientes que el Perú ha logrado resurgir desde el fondo del abismo y revertir situaciones más complicadas como las que nos azotaron en la década de los 80´s y principios de los 90´s con la inestabilidad política, con la ruina financiera y el avance atroz del terrorismo insano.
De esta manera, debemos ser conscientes que hay mucho por trabajar y condiciones que mejorar para ocupar puestos de avanzada dentro del sector minero. Las actuales brechas de desarrollo, la ausencia del estado, el narcotráfico, la minería ilegal y la carencia de infraestructura básica pueden lograr agravar el problema de la captación de inversión y de la reducción de las condiciones favorables para la actividad minera. Debemos tener siempre presente el dónde nos encontramos y hacia dónde queremos mirar.
El propósito de nuestro país es aspirar a ser un verdadero destino competitivo que nos permita ser un excelente receptor de inversiones mineras nacionales y extranjeras. No obstante, lo anterior, debemos ser francos en señalar que no todos los indicadores y/o factores de evaluación de Fraser resultan negativos. A pesar de este gran revés, y de todos los cuestionamientos para el Perú, nuestro país aún sigue manteniendo un gran potencial geológico. El Informe Fraser es preponderante y muy influyente dentro de la dinámica propia de la inversión minera.
Debido a este aspecto, es que nuestro país debe de examinar a profundidad y con especial detalle las recomendaciones y falencias para así adoptar medidas necesarias para eliminar progresivamente los reparos con el propósito de eliminar cuestionamiento y volver a captar más inversión minera diversificada. En esta fase, es fundamental llevar adelante un proceso de retroalimentación para enmendar y mejorar nuestras acciones y políticas mineras. Habiéndonos pronunciado con precisión acerca de la más reciente calificación Fraser para el Perú, los criterios tomados en cuenta, el significado y relevancia de la referida calificación, a continuación, ahondaremos en el por qué la pérdida de valor o competitividad nos perjudican como nación minera.
Sin duda alguna, la baja en la calificación Fraser afecta considerablemente al panorama minero de nuestro país. Más aun, cuando los países con los que tenemos la costumbre de competir, en calidad, precios y beneficios empresariales en el mundo y la región, año a año buscan ganar posiciones para atraer más capital. Desde luego, esta sucesión de deficiencias más arriba descritas, sin duda, golpea seriamente la competitividad minera del país y hacen mella en la imagen de nuestro como receptor de inversiones mineras[6]. En los últimos años, el Perú ya había escalado posiciones en este ranking competitivo gracias a su apertura comercial, predictibilidad y a las facilidades para con la inversión.
Pero, no es hasta el año 2019 cuando comenzó la caída progresiva de nuestro ranking minero; Esto último, debido a factores políticos, el incremento de la inseguridad ciudadana, el aumento de la minería ilegal, conflictos sociales y deficiencias regulatorias. Lastimosamente, en uno de los más recientes reportes Fraser perdimos el rumbo y retrocedimos en competitividad. Otro elemento, que debe de tomarse en cuenta, y que no nos permite tener la calificación positiva estable en el ranking Fraser, es el hecho de que la inestabilidad política actual en el Perú no permite mantener la regularidad y flexibilidad del marco legal minero.
Otro factor, que ha incidido dramáticamente en la competitividad minera peruana, es el hecho de que la conflictividad social no se ha disipado, sino que ha incrementado de forma alarmante afectando distintos sectores productivos. Lo más grave de todo este escenario, es el hecho de que muchas veces los representantes y autoridades políticas tienden a avalar y/o alentar las protestas exacerbando el descontento social. Aunque, como lo señalamos más atrás, a pesar de esta agitación política, el inversionista aún cuenta con relativa expectativa e ilusión de invertir en el Perú, al ser una democracia plena que garantiza la inversión, más allá de las imperfecciones que pudiera tener.
Debemos recordar, que el gobierno de la Presidenta Dina Boluarte viene empeñando sus mejores oficios para promover la actividad minera. En este punto de la exposición, creemos sensato especificar que hace más de un año, la Presidente Boluarte nombró a un Ministro de Energía y Minas muy capacitado y con un profundo conocimiento del sector como Rómulo Mucho. Desafortunadamente, este ejecutivo no logró permanecer un tiempo prudente como para implementar reformas en el sector minero y promover inversiones del sector. En la actualidad, esta trascendental cartera se encuentra en manos del Economista Raúl Pérez-Reyes, con experiencia relevante en gestión pública, organismos reguladores, en el aparato administrativo y en la industria minera.
El gobierno ha depositado su confianza en esta ejecutivo y las expectativas son altas. Más aún, con todos los desafíos, oportunidades y propósitos frente a la actividad e inversión minera que entraña esta cartera. Es así, que en el seno del gobierno se viene promoviendo la aprobación de mejores medidas políticas, legales y reformas administrativas orientadas a destrabar proyectos y reactivar la economía. Pero, todas estas gestiones del gobierno peruano no tendrán asidero y consistencia sino se producen medidas más concretas y efectivas contra la excesiva tramitología, ante la corrupción de las autoridades, contra la minería ilegal, el crimen organizado y el terrorismo.
En este punto, consideramos que para encaminar al Perú en el camino de la inversión minera y mejorar el clima general para facilitar el negocio extractivo minero, es que se hace imperativo que se logre restablecer el principio de autoridad, fortalecerse la institucionalidad del Perú, restablecer el orden y seguridad de instalaciones y de la inversión, así como brindar mejores reglas legales más claras, disposiciones comerciales, tributarias, económicas y administrativas más predictibles y eficientes que hagan viable la actividad minera sin contratiempo ni incertidumbre. Definitivamente, con un gobierno débil institucionalmente, sin capacidad de reacción frente a la criminalidad organizada y sin un norte claro (falta de políticas orientadas a favorecer la actividad minera), no podemos más que anticipar el fracaso en todo esquema de inversión, al no contar con reglas claras de juego ni estabilidad.
Siguiendo esta línea, y siendo enfáticos, consideramos indispensable expresar que para poder acoger inversión y acceder a sus ingentes beneficios, los inversionistas necesitan claridad y estabilidad en las normas gubernamentales. Esto último, es importante porque a la fecha, en Perú contamos con más de cincuenta proyectos mineros, que juntos, suman alrededor de US$/. 54,556 Millones de dólares americanos; Lo que representa condiciones inmejorables y ventajosas de inversión. Pero, estos beneficios, propios de la inversión minera, serán cada vez más remotos mientras no se corrijan las condiciones que originan el malestar y creciente descontento en el inversionista minero, así como la consecuente pérdida de competitividad.
Es por este motivo, que nuestro gobierno debe de actuar con claridad, promoviendo la simplificación administrativa, rodeándose de expertos en la materia que ayuden en la toma de decisiones para ver y tratar la inversión minera desde una perspectiva técnica, apolítica y profesional. De este modo, y teniendo como horizonte mejorar nuestra calificación Fraser, consideramos necesario y gravitante que desde el gobierno se eliminen trámites administrativos innecesarios, o sobre regulaciones, se fortalezca la seguridad pública y la prevención de delitos que afecten la actividad, se implementen herramientas eficaces frente a problemas sociales y se evite el manoseo político de la actividad y política minera.
En tal sentido, hoy por hoy se necesita contar con un discurso sólido, objetivo y convincente con respecto a la actividad minera y sus grandes beneficios para el país. A pesar de todos los cuestionamientos válidos y del creciente descontento de los inversionistas, estos siguen apostando por la minería en la convicción que nuestro país podrá superar las dificultades políticas y administrativas, así como porque el Perú es un país con una gran tradición minera histórica. Lo paradójico de todo este escenario, es que año a año todas las delegaciones de nuestro país, que suelen participar en las distintas ferias mineras o roadshows, tales como PDAC[7], señalan: “Que el país ofrece un marco legal atractivo y que otorga libertad de destino para las ganancias”. (…) hablamos del país que atraerá inversiones”.
No obstante, cuando nos volcamos a ver la realidad peruana, podemos percibir que al interior de nuestro país las autoridades gubernamentales del país insisten en actuar de manera improvisada, con fines políticos, con poco criterio técnico, poca o nula seriedad y una muy baja orientación a favorecer la simplificación administrativa y predictibilidad, lo cual no constituye una señal positiva para el inversionista nacional e internacional. Hoy en día, teniendo en cuenta nuestra caída estrepitosa en el ranking Fraser, constituye un imperativo introducir las mejoras competitivas estructurales y medidas económicas, administrativas y legales esenciales que nos permitan recuperar el sitial que tuvimos algunos años atrás.
En esta línea, el Perú debe de fortalecer la capacidad de gestión en todos los niveles de gobierno. Asimismo, cuando se trate de promover la minería, el país debe de mantener una imagen coherente tanto al interior del mismo como en el exterior. En ese orden de ideas, constituye una gran exigencia el fortalecer la credibilidad de los gobiernos a través de la simplificación administrativa, la sostenibilidad de las decisiones y la coherencia de las acciones de sus funcionarios y los compromisos asumidos.
Desde luego, otro aspecto fundamental en el que se deberá hacer hincapié, para reforzar nuestros niveles de competitividad, es en la conservación del marco legal económico y en preservar la estabilidad política y social; Toda vez, que sólo un estado estable en sus decisiones, estable en sus instituciones y libre de vaivenes políticos, podrá ofrecer condiciones ventajosas para la inversión minera. En este sentido, al ratificar la plena vigencia del principio de autoridad, se podrá garantizar el orden público y afianzar las decisiones del gobierno para consolidar el estado de derecho.
Dentro de estas medidas, el Poder Ejecutivo de nuestro país, con el apoyo de la Fiscalía, Policía Nacional del Perú y del Poder Judicial, tiene como misión promover medidas drásticas y muy severas contra la minería ilegal, los actos de sabotaje a operaciones minero-energéticas y toda forma de violencia criminal en contra de la inversión minera nacional y extranjera. La idea es plasmar mecanismos transversales que aseguren la inter operatividad de las medidas políticas conjuntamente con los mecanismos administrativos, fiscales y judiciales. La inversión minera precisa de contar con todas las garantías esenciales, derechos, libertades económicas y seguridad integral para concretar inversiones cada vez más ambiciosas que redunden ingentes beneficios del país.
Al mismo tiempo, necesitamos fomentar importantes reformas económicas y estructurales que permitan mayor flexibilidad y dinámica para viabilizar el flujo de inversión en el Perú. Desde el plano gubernamental y legislativo, y con el propósito de fomentar la inversión y una mejor calificación Fraser, el gobierno peruano debe de incentivar distintos cambios sustanciales que hagan más atractivo a nuestro país frente a la comunidad internacional. Siguiendo esta orden de ideas, y con el afán de contar con factores más atractivos para darle cauce a la inversión, el estado peruano debe proponerse mejorar y flexibilizar el régimen laboral especial en minería[8].
Otras regulaciones, que deberán tenerse en consideración en el corto y mediano plazo, son las de evaluar liberalizar el comercio y buscar reformas tributarias que simplifiquen el régimen impositivo. El Perú es uno de los países con mayor carga tributaria en el mundo para la minería. En esta línea, consideramos trascendental que se fomente un tratamiento más favorable a la inversión minera, a través de la actualización del régimen de estabilidad jurídica y tributaria para incrementar el interés del inversionista.
Al mismo tiempo, en lo que concierne a la dinámica de relación público-privado, se deben de forjar más alianzas estratégicas para reforzar la educación y capacitación permanente de las poblaciones donde se puedan llevar adelante proyectos mineros y lograr sostenibilidad en la población. Un aspecto esencial, para asegurar la uniformidad y regularidad del trabajo político del gobierno, y que muchas veces no sucede, es asegurar la continuidad ministerial del titular del sector. Lamentablemente, cada periodo se nombra nuevos titulares del Ministerio de Energía & Minas, lo cual interrumpe el trabajo y la regularidad de las disposiciones, así como de la política minera al mediano y largo plazo. Es necesario, instituir la minería dentro de los objetivos estratégicos nacionales, para así lograr involucrar e integrar al estado, empresa privada y comunidad.
En lo que respecta al sector privado, y para facilitar el relacionamiento con las comunidades y poblaciones aledañas a los proyectos mineros y un desarrollo minero armónico, creemos conveniente seguir la pauta de las jurisdicciones mineras más exigentes y competitivas como el estado de Nevada, Canadá y Australia Occidental, que son modelos mineros mundiales de política minera segura, sustentable, sólida ambientalmente y con altos estándares de calidad. En esa línea de pensamiento, se necesita implementar normas que refuercen disposiciones del buen gobierno corporativo más claras que fomenten la transparencia, planes anticorrupción y políticas de relacionamiento comunitario más sólidas y sustentables que permitan un relacionamiento armonioso y constructivo entre la inversión y la población.
A la par, el gobierno nacional, en concurrencia con la inversión minera, deben tender a fomentar la suscripción de alianzas estratégicas que refuercen la cooperación en la formulación de proyectos sustentables y de promoción del desarrollo local. Al igual como sucede en Australia, es necesario promover más las asociaciones entre la industria y el propio gobierno como promotor de la inversión y el desarrollo. De esta forma, se podrá promover con más fuerza la provisión de bienes y servicios, lo que redundará en la cadena de valor productivo haciendo ganar a todos los actores del escenario minero. Otro campo que requiere de mucho trabajo en nuestro país, para lograr ser más competitivos en el negocio minero, es el esquema de programas de participación comunitaria integral.
Pues bien, viendo este estado de las cosas, es innegable que el negocio minero en el Perú en los últimos veinticinco (25) años ha mostrado un gran desarrollo, expansión y mejoras sustanciales en sus intentos por promover la inversión, a través de la simplificación administrativa, por medio del desarrollo minero tecnológico sustentable con mejores prácticas ambientales. Sin embargo, si como país pretendemos seguir por el camino correcto del crecimiento, desarrollo y calidad en nuestra industria minera, necesitamos poner énfasis en reformas que nos permitan ser más competitivos. Así, podremos estar en el radar empresarial mundial como destino inmejorable para actividades mineras.
En esa línea, no debe de relativizarse o restar importancia a la más reciente caída aparatosa que hemos tenido en el ranking de competitividad Fraser; Ya que es indispensable para nuestro país ir introduciendo mejoras que nos posicionen en lugares de vanguardia dentro del sector minero mundial a través de la competitividad, del aseguramiento de la calidad, la búsqueda de la tecnificación, la predictibilidad de las decisiones judiciales y gubernamentales y orientar el trabajo de la autoridad minera peruana de forma profesional, sería y apolítica. En este punto del análisis, no podemos sino reconocer que el estado peruano tiene varios retos y desafíos estructurales, gubernamentales y legales que deberá de implementar para poder contar con las condiciones esenciales que nos permitan seguir siendo considerado como uno de los destinos mineros más atractivos para inversión y desarrollo de proyectos mineros.
Es así, que debemos seguir apuntando alto y pensando en grande como nación. Pero, esta es una prueba de fuego que no sólo depende del sector privado, sino de la comunidad, el estado y los demás operadores mineros. De este modo, y a nuestro juicio, el Perú debe de priorizar la actividad minera estableciendo políticas que arraiguen aún más esta actividad (promoviendo el capital en todos los procesos mineros) y en sus ingentes beneficios; Esto último, reiteramos, a través de políticas estratégicas y campañas de capacitación y educación para la ciudadanía. Sin duda alguna, es indispensable ser más competitivos para acoger más inversión minera. Así, el Perú será preferido en lugar de otras economías igual de competitivas.
Para ello, debemos tratar de distinguirnos y ofrecer condiciones más ventajosas que los demás competidores en el concierto minero mundial. La minería peruana no sólo genera desarrollo, sino bienestar, empleo, progreso e infraestructura básica. En buen cristiano, sólo podremos ser más competitivos y lograremos la calidad total si fomentamos decididamente la inversión minera, otorgando estabilidad política y seguridad jurídica, que son las claves del desarrollo minero competitivo. Al mismo tiempo, el Perú debe de preocuparse en desarrollar infraestructura esencial en aquellas áreas del territorio nacional en las que se lleve adelante operaciones mineras.
De igual manera, creemos conveniente establecer que sólo el día en el cual se ejecuten grandes obras de infraestructura esencial, ferroviaria, autopistas, y demás pertinentes que faciliten el acceso a la operación minera, se podrá gozar de la calidad y brillantez que se requieren para hacernos cada día más atractivos y competitivos frente a otros países con los que disputamos posiciones de vanguardia en el negocio minero. Sin duda alguna, es cierto que hemos tenido un traspié en los distintos factores de análisis reportados por el instituto Fraser, pero no quiere decir que estemos en una condición crítica e irreversible; Sino que este resultado desfavorable constituye una oportunidad de mejora, y un gran aliciente, que nos permitirá empeñar esfuerzos para introducir cambios positivos que nos hagan más competitivos y nos permitan superar todos los estándares de calidad y libertades económicas.
En este sentido, creemos pertinente señalar que sólo podremos ser más atractivos a la inversión minera si añadimos a nuestro coctel de derechos y libertades económicas regulatorio-minero, factores como la estabilidad económica, estabilidad política, seguridad, competitividad y eficiencia. Nada es imposible en esta vida. Menos aún, cuando nos trazamos propósitos ambiciosos en base a trabajo puro, disciplina e integración (esfuerzo conjunto del sector público-sector privado). Si Utah, Nevada, Salta (Argentina), Australia Occidental, Nevada y Canadá han podido sobresalir como referentes de libertad económica, apertura a inversiones y de facilidades a la industria minera de los últimos años, porque no podríamos trazarnos el mismo objetivo como país. Sólo a través de normas claras, predictibles, con una política de promoción de inversiones con seguridad efectiva, con disposiciones mineras claras, con simplificación administrativa y un manejo técnico de la cartera de energía y minas, se logrará llevar adelante un plan ambicioso de ser elegido de entre los mejores destinos mineros del país.
No debemos de perder de vista que nuestro país, además de ser un país con un gran potencial geológico envidiable, es una nación de gran tradición minera ancestral que requiere promover la exploración y explotación de sus recursos naturales de forma plena; Esto último, para así llevar esperanza, bienestar, crecimiento económico y desarrollo integral para su pueblo[9].Sólo miremos lo que nos podría ofrecer la explotación de grandes reservas de minerales de gran demanda mundial para la industria y la producción de bienes aeroespaciales, electrónicos, para la industria automotriz, industria médica, industria petrolera y de energía, tales como: el oro, , el platino, el cobre, el níquel, el litio, el cobalto, las tierras raras. Como se puede advertir, el desarrollo de la industria minera en el Perú tiene tanto por explotar y largo camino que recorrer para el beneficio y progreso de la ciudadanía, así como para continuar siendo uno de los países con mejor entorno para la promoción de la actividad minera.
Bibliografía:
1).- Hernández, Geraldine. Perú cae 25 posiciones en el ranking minero mundial por la tramitología y la minería ilegal. RPP. Economía. 2024
2).- Minería al 2019: Proyectos que dinamizaran la economía peruana. Panel G: CEO Forecast 2019.
3).- Todo lo que necesita saber sobre la PDAC. ¿ Que es el PDAC?. Mining Press. 2013.
http://miningpress.com/pdac2014/249942/todo-lo-que-necesita-saber-sobre-la-pdac
4).- Encuesta Fraser. Sector Minería. Sociedad Nacional de Minería Petróleo & Energía.
https://www.snmpe.org.pe/mineria/encuestas-fraser-institute.html
5).- Encuesta Anual de Empresas Mineras 2012-2013. The Fraser Institute. 2013.
https://www.fraserinstitute.org/sites/default/files/mining-survey-2012-2013-spanish.pdf
6).- Avances en Competitividad Minera. Banco Central de Reserva del Perú. Recuadro Dos. Publicaciones. Reporte. 2015.
https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Reporte-Inflacion/2015/mayo/ri-mayo-2015-recuadro-2.pdf
7).- Qué acciones debe de tomar Perú frente a los alarmantes resultados de la encuesta Fraser. Energiminas. Minería. 2024.
8).- Tramitología y minería ilegal impactan en descenso del Perú en estudio del Instituto Fraser. Energiminas. Minería. 2024.
9).- Ranking del Instituto Fraser: Tramitología y minería ilegal impactan en el descenso del Perú. Revista Minergia. Minería. 2024.
10).- Qué acciones debe de tomar el Perú frente a los alarmantes resultados de la encuesta Fraser. Opinión recogida por parte del experto asesor de la SNMPE Oswaldo Tovar. Revista Desde Adentro. SNMPE. Actualidad. Noticias Empresariales. 2024
11).- Perú retrocede en ranking minero mundial del Instituto Fraser por entorno político. Red de Comunicación Integral. Redacción. Destacados. Enlace regional- edición tarde. 2024.
12).- Perú sufre caída dramática en el ranking minero mundial del Instituto Fraser. Stakeholders. Derechos Humanos. Desarrollo económico. 2024.
13).- Bosque, Daniel. Polémica minera: Informe Fraser ilumina o es puro marketing. Club minero – Minería + Energía. Negocios. 2024.
https://clubminero.com/contenido/7456/polemica-minera-informe-fraser-ilumina-o-es-puro-marketing
14).- Redactor Web 17. Perú registra retroceso en varios puestos en ranking de atractivo para la inversión minera. Actualidad. Economía. La Razón. 2024.
15).- Salta la mejor provincia para invertir en minería. San Juan cayó y apareció la Rioja. Minería & Desarrollo. Principal. 2024. San Juan.
[1] Lo que afecta considerablemente nuestra imagen como receptor especial de inversión minera en el mundo.
[2] Este escenario es más inquietante, si tomamos en cuenta los permanentes conflictos con las comunidades, el constante acoso de actores ligados narcotráfico, el efecto devastador de las políticas anti mineras, el endurecimiento de las normas laborales, la recurrente inestabilidad en las inversiones, problemas políticos institucionales, así como los crecientes obstáculos legales que precarizan la formalización minera
[3] Un ejemplo tangible con respecto a la influencia política e inconsistencia regulatoria, se pudo advertir en la insólita negativa a la Licencia de Construcción del proyecto minero Tía María de la minera méxicana Southern Copper hacia finales del año 2019.
[4] Anualmente, este instituto prepara un ranking mundial mediante el cual mide el atractivo de los distintos destinos mineros con respecto a la inversión; Esto último, en función a la percepción de los principales actores del quehacer minero en el mundo.
[5] Desde 1997, Fraser Institute desarrolla encuestas anuales a empresas mineras y empresas de exploración para evaluar la medida en que las dotaciones minerales y factores de política pública, como los impuestos y la regulación, afectan a las inversiones en exploración. Esta iniciativa, surgió de una conferencia sobre minería en Fraser Institute, celebrada en Vancouver, Canadá́, en el año 1996. El índice formulado por Fraser, parte de la premisa que para atraer inversión es necesario que exista la riqueza mineral y que además el marco regulatorio otorgue facilidades para la extracción del recurso.
[6] Estas deficiciencas descritas, junto a regulaciones de permisos de exploración y explotación (en Perú) excesivas e impredecibles, afectan la dinámica de la inversión minera, dañando la necesaria predictibilidad y flexibilidad de la que deben de gozar estos para fortalecer un entorno propicio para la minería.
[7] Prospectors and Developers Association of Canada (PDAC) es el congreso de exploración minera más grande del mundo, el mismo que se lleva a cabo anualmente en Cánada.
[8] En esta línea, se necesitan reformas laborales más flexibles que logren reflejar la realidad, riesgos y la dinámica de los proyectos mineros permitiendo regímenes de promoción minera con beneficios tributarios y demás condiciones legales.
[9] En este mismo orden de ideas, cabe precisar que nuestro país con la próxima puesta en marcha de importantes inversiones mineras, portuarias, aeroespaciales y de infraestructura promovidas por EEUU y China, además de su ubicación estratégica, podrá acceder a sorprendentes beneficios económicos, comerciales y tecnológicos que le permitirá llegar a ocupar sitiales privilegiados en el contexto minero internacional al contar con ingentes caudales de capital, desarrollo, aporte social, conocimiento técnico y transferencia tecnológica.

