Si no lo puedes reusar, rehúsate a usarlo

El uso de las bolsas de plástico es una práctica bastante común y espontánea en el día a día de muchos de nosotros. De hecho, la mayoría de mercados y supermercados hacen entrega indiscriminada de bolsas plásticas al momento de despachar sus productos. Pareciera que, en este caso, “más siempre es mejor”. Es por ello que, inconscientemente, terminamos acumulando bolsas de plástico de manera innecesaria. Recuerdo de infancia cuando me “entretenía” doblando las (casi) cincuenta bolsas de todos los tamaños que teníamos en casa para organizarlas y guardarlas -evidentemente- en otra bolsa de plástico. Sin embargo, la conciencia se despierta y toca ahora preguntarnos cómo es que este uso tan generalizado se ha convertido en uno de los grandes enemigos del medio ambiente.

Su uso data de varias décadas atrás. Apareció en 1960 como una novedad en Europa, expandiéndose rápidamente a Estados Unidos, incluso desplazando, en ciertas ciudades, el uso de bolsas de papel de manera agresiva[1]. Finalmente, su uso se extiende a todo el mundo como una práctica generalizada en el mercado. No obstante, a finales de los 90 se descubre la gran cantidad de desechos de plástico depositados en el Océano Pacífico amenazando la vida marina[2], por lo que surgen los primeros movimientos en contra de su uso, y con ello, las políticas en distintos países para restringirlo[3].

Según la Organización de las Naciones Unidas, cada año el mundo usa 500 mil millones de bolsas de plástico, y, en consecuencia, cada año se introducen en el océano aproximadamente 13 millones de toneladas de desechos plásticos (de las cuales la mitad corresponde a plásticos desechables como bolsas y sorbetes), impactando severamente la fauna marina, y finalmente el ecosistema[4]. De hecho, las estadísticas demuestran que si se continúa con las practicas de consumo y de disposición de residuos tal cual se viene haciendo en la actualidad, para el año 2050 la cantidad de basura plástica incrementará exponencialmente, llegando a los 12 mil millones de toneladas dispuestos en vertederos y en el medio ambiente[5].

Frente a ello, este año el Día Mundial del Medio Ambiente estuvo dedicado a la lucha contra la contaminación por plásticos (#BeatPlasticPollution), al ser uno de los mayores desafíos en materia ambiental que afrontamos en estos tiempos. Por ello, actualmente se viene prestando especial atención a los impactos negativos en el ambiente -especialmente, en los océanos- causados por el mal manejo de productos de plástico.

Cada vez más países se van sumando a la lucha, implementando medidas para limitar o prohibir su uso. Por ejemplo, en Kenia se ha impuesto una penalidad de hasta 4 años de cárcel o una multa de $30,000 para cualquiera que sea encontrado usando, produciendo o vendiendo bolsas de plástico[6]. Asimismo, recientemente, en Chile, la Cámara de Diputados ha aprobado de manera unánime el proyecto de ley que prohíbe en todo el país el uso de bolsas plásticas en el comercio[7].

De hecho, nuestro país ha demostrado también su intención de regular el uso responsable y la reducción del uso de bolsas plásticas y otros productos similares como los envases descartables. Más de 11 proyectos de ley se han presentado en el último año; a continuación detallamos algunos de ellos:

Proyectos de Ley:

  1. 2248/2017-CR: Ley de reducción progresiva de bolsas plásticas para la protección del ambiente.
  2. 2368/2017-CR: Ley que prohíbe y reemplaza progresivamente el uso de bolsas de polietileno y otros materiales de plástico convencional entregadas por distintos tipos de comercios para transporte de productos y mercaderías.
  3. 2417/2017-CR: Ley que declara de interés nacional y necesidad pública la promoción de la producción y el uso de bolsas plásticas biodegradables.
  4. 2696/2017-CR: Ley que incentiva el uso de bolsas y recipientes no contaminantes y de material biodegradable, que permita mitigar el impacto ambiental y proteger la salud de la población.
  5. 2702/2017-CR: Ley que promociona y regula la minimización de residuos y bolsas plásticas para la portabilidad de mercancías.
  6. 2805/2017-CR: Ley que propone el uso responsable y reducción progresiva del uso de bolsas plásticas.
  7. 2882/2017-CR: Ley que restringe el uso, de bolsas plásticas, y otros materiales de uso doméstico que contengan polietileno y/o polipropileno en áreas del santuario histórico de Machu Picchu y lugares histórico culturales del territorio nacional y establece el uso de materiales biodegradables en estos ámbitos.
  8. 2821/2017-CR: Ley que regula los plásticos de un solo uso para reducir la contaminación marina.
  9. 2843/2017-CR: Ley que promueve la reducción gradual del consumo de bolsas de plástico y crea el impuesto nacional a las bolsas de plástico.
  10. 2852/2017-CR: Ley que regula el uso de productos elaborados con material plástico convencional de un solo uso, con la finalidad de proteger el medio ambiente y la salud pública.
  11. 2858/2017-CR: Ley que prohíbe el uso de todo tipo de bolsas de polipropileno, polietileno, no biodegradables y envases de espumaflex en las playas de todo el litoral peruano y áreas declaradas como Patrimonio Natural de la Humanidad en el Perú.
  12. 2921-2017-CR: Ley para la prohibición y regulación de la entrega de bolsas plásticas, empaques, sorbetes y otros elementos plásticos distribuidor a los consumidores finales.

 

Finalmente, el pasado 5 de junio, la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología aprobó el pre dictamen de la “Ley que regula el plástico de un solo uso y los recipientes o envases descartables”[8]. El objetivo de la mencionada ley será establecer el marco regulatorio aplicable al plástico de un solo uso, otros plásticos no reutilizables y los recipientes o envases descartables de tecnopor en el territorio nacional.

Dentro de las principales disposiciones que plantea el pre dictamen aprobado, se encuentran las siguientes:

  • Los supermercados, comercios en general u otros establecimientos similares, dentro del plazo de 36 meses contados desde la vigencia de la ley, deberán reemplazar en forma progresiva la entrega de bolsas de base polimérica no reutilizable por bolsas reutilizables o biodegradables.
  • Los establecimientos deberán cobrar, por cada bolsa que entregan, como mínimo una suma equivalente al precio del mercado, debiendo informar al respecto en forma explícita al consumidor.
  • Se prohibirá inmediatamente la adquisición, uso, ingreso o comercialización de bolsas de base polimérica; sorbetes de base polimérica y recipientes o envases de poliestireno en las Áreas Naturales Protegidas, áreas declaradas Patrimonio Cultural o Patrimonio Natural de la Humanidad, museos y en las entidades de la administración estatal.
  • La fabricación, importación, distribución, entrega, comercialización y uso de (i) recipientes o envases y vasos de tecnopor, (ii) bolsas de base polimérica, cuya dimensión tenga un área menor a 900 cm) y aquellas cuyo espesor sea menor a 50 µm, y (iii) sorbetes de base polimérica tales como pajitas, salvo para uso médico, se prohibirá en el plazo de 180 días desde la vigencia de la ley.
  • A partir del 28 de julio de 2021 se establecerá la prohibición definitiva de todo tipo de bolsas plásticas de base polimérica no reutilizables, platos, vasos, otros utensilios y vajillas de base polimérica de un solo uso, para alimentos y bebidas de consumo humano.
  • El Ministerio del Ambiente, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Producción y los gobiernos descentralizados serán las entidades a cargo de desarrollar las acciones de capacitación, educación y sensibilización.
  • El incumplimiento de las disposiciones de la ley podrá suponer la imposición de multas de hasta 10,000 UIT, así como el decomiso de los productos que la contravengan.
  • Se otorgará un plazo de adecuación a las empresas de 2 y 3 años dependiendo si son empresas medianas y de gran tamaño o micro y pequeñas empresas, respectivamente.

En efecto, la aprobación del pre dictamen marca un avance significativo en la lucha contra la eliminación de productos plásticos de un solo uso y no reutilizables en nuestro país. Sin embargo, no será tarea fácil cambiar una práctica que se ha convertido en parte de nuestra vida cotidiana: el uso de cucharas descartables en las cafeterías, el uso de cañitas de plástico en un restaurante, el uso de bolsas plásticas en los supermercados, entre otros ejemplos.

Si bien es importante contar con una norma que nos permita tener las reglas claras sobre la producción, comercialización y uso de las bolsas plásticas y otros productos plásticos, resulta indispensable un cambio de cultura. Para ello, es indispensable la implementación de campañas de educación y concientización, que permitan conocer los impactos que el uso indiscriminado de estos productos genera en el ecosistema, así como dar a conocer e incentivar el uso de medidas alternativas para evitar el mal manejo y uso de dichos productos. La tarea, finalmente, es de todos nosotros.

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[1]            https://www.unenvironment.org/news-and-stories/story/birth-ban-history-plastic-shopping-bag

[2]            Charles Moore

[3]            En el 2002, Bangladesh -siendo el primer país del mundo- implementa la prohibición de las bolsas de plástico delgadas, al haber descubierto que estas desempeñaban un papel clave en la obstrucción de los sistemas de drenaje durante inundaciones desastrosas.

[4]            World Environment Day 2018: Overview.

[5]            United Nations Environment Programme. Single-Use Plastics: A Roadmap for Sustainability, 2018, page 6.

[6]            https://www.globalcitizen.org/en/content/plastic-bans-around-the-world/

[7]            https://gestion.pe/economia/management-empleo/bolsas-plasticas-chile-generar-22-000-despidos-235474

[8]            Se recomienda la aprobación de los Proyectos de Ley 2248/2017-CR, 2368/2017-CR, 2417/2017-CR, 2696/2017-CR, 2702/2017-CR, 2805/2017-CR y 2882/2017-CR.

 


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