Tras el estudio realizado, el FMI espera un crecimiento de 3.7% para el país en el presente año. En tal sentido, se precisó que: “El crecimiento del PBI del 3.2% en el primer trimestre y los indicadores de alta frecuencia para abril apuntan a un repunte de la actividad económica este año”.
Efectivamente, se espera que el crecimiento rebote al 3.7% en el 2018, con la inflación convergiendo al centro del rango objetivo del Banco Central de Reserva del Perú. Concluyendo así que los indicadores de alta frecuencia para abril apuntan a un repunte de la actividad económica este año.
De esta manera, el FMI prevé que el crecimiento se acelere a más del 4% en el 2019 dado el aumento de los precios de las materias primas y la agenda de reformas del gobierno. “Perú ha sido uno de los países con mejor desempeño en América Latina desde el cambio de siglo, pero el crecimiento se ha desacelerado recientemente”, sostiene en su informe.
Es este marco, que se establecieron recomendaciones en política monetaria, política fiscal, políticas en el sector financiero y reformas estructurales.
Sobre la postura monetaria actual, se tiene que es apropiada y debe seguir dependiendo de los datos. El BCRP ha relajado adecuadamente las condiciones monetarias en respuesta a cifras de crecimiento más débiles de lo esperado y al declive de los repuntes y las expectativas de inflación. La tasa de política real ahora se sitúa en apenas el 0.6%, significativamente por debajo de la estimación del BCRP de la tasa neutral (alrededor del 1%), lo que implica un estímulo monetario sustancial. Esto sugiere un alcance limitado para los recortes adicionales de las tasas dado que la inflación subyacente y las expectativas de inflación se acercan al punto medio del rango objetivo (2%) y un estrechamiento proyectado de la brecha del producto.
Asimismo, se apoya el aumento planificado de la inversión pública y el enfoque en aumentar la capacidad de ejecución como una prioridad inmediata. Con la economía enfrentando una brecha de producción negativa y las necesidades de reconstrucción significativas asociadas con las inundaciones y deslizamientos de tierra del año pasado, la expansión de la inversión pública -que tiene un alto multiplicador- sigue siendo apropiada. Dado el papel clave que los gobiernos locales juegan para la inversión, continuar los esfuerzos para desarrollar la capacidad subnacional sigue siendo esencial. También será importante que los proyectos de APP, tanto en curso como en proceso, continúen avanzando.
De otro lado, el sector financiero se encuentra está altamente concentrado y dominado por conglomerados financieros. Aunque el análisis de contagio interbancario no encontró grandes riesgos de exposiciones directas entre grandes bancos o riesgo indirecto derivado de los efectos de las ventas de remate, los grandes bancos tienen carteras de préstamos similares y el riesgo de crédito está fuertemente correlacionado entre los bancos. Como resultado, los shocks que desencadenan exposiciones comunes tienen el potencial de convertirse en eventos sistémicos, ya que el sistema bancario está concentrado. Para mitigar estos riesgos, los recargos de capital para los bancos sistémicos deberían incrementarse en línea con el marco de Basilea III, que la SBS está considerando actualmente. Además, el aumento del aprovisionamiento anticíclico en los bancos más pequeños fortalecería su capacidad para resistir los potenciales shocks.
Otro punto importante es el caso Lava Jato ya que ha tenido un gran impacto en la economía derivando en que las autoridades consideren acertadamente la gobernanza como una prioridad. La Ley 30737 debería reducir la incertidumbre en el sector de la construcción, mientras que exigir declaraciones de conflicto de intereses por parte de los funcionarios públicos (como se prevé en los poderes legislativos especiales) sería un paso positivo para ayudar a reducir la corrupción. Asimismo, además de mejorar ampliamente la gobernanza fiscal, el personal del FMI recomienda: mejorar el intercambio oportuno de información e inteligencia financiera entre las agencias anticorrupción; fortalecimiento del sistema de declaración de activos (es decir, verificación, información sobre beneficiarios reales y acceso público), entre otras medidas.
Finalmente, el aumento de las contribuciones también podría considerarse, pero podría tener un impacto adverso en la formalidad laboral. Dado que estas reformas aún llevarán a tasas de reemplazo muy por debajo de los niveles de la OCDE, será crucial comunicar expectativas realistas al público. A más largo plazo, también se debe buscar una reforma institucional más amplia para integrar mejor los pilares privados y públicos, considerando las compensaciones entre la adecuación de las pensiones, la cobertura y la sostenibilidad fiscal.
Fuente: https://gestion.pe/economia/fmi-recomendaciones-mejorar-economia-peruana-234329